Hay quienes viven en un hotel. Ya sea por trabajo o placer, hay personas que pasan más tiempo viajando que en casa. Estos viajeros perpetuos buscan que el alojamiento en el que se queden sea como un segundo hogar para ellos. Los hoteles, no solo los de lujo, sino también aquellos más humildes, tienen como prioridad que sus huéspedes tengan todo confort posible y cada vez más, buscan la flexibilidad y la personalización para adaptarse a cada cliente.
Los huéspedes de estos alojamientos, no suelen disponer de cocina propia, por lo tanto suelen tomar sus comidas en restaurantes, ya sea dentro del mismo hotel o en uno externo. Teniendo este tipo de público los establecimientos culinarios buscan también convertirse en un lugar de encuentro, sobre un lugar en el que varios desconocidos se reúnen a comer.
La comodidad está en los detalles.
La clave de convertir un hotel en un hogar está en los detalles. Estos, no solo se refieren a tener sábanas de buena calidad, o champú y gel complementario en el baño, también supone que el mobiliario del cuarto sea de buena calidad, sólido y armonioso. Que los elementos se restauren de forma regular para que siempre parezcan nuevos, y el huésped no tenga la impresión de encontrarse en un cuarto donde miles de personas hayan residido antes que él, aunque así haya sido.
En los restaurantes funciona de la misma manera, muebles bonitos y bien conservados, que pongan la personalidad del restaurante en primer plano, pueden cambiar completamente la manera en la que los clientes disfrutan su comida y además ponen en valor y destacan buenos platos, bien cocinado y emplatados.
Además, cada vez se da más importancia a las construcciones verdes o eco sostenibles, por lo tanto los hoteles que compartan esta preocupación y la apliquen, aunque sea dando pequeños pasos cada vez, pueden ser especialmente apreciados por determinados clientes eco concienciados.
La luz como elemento esencial.
Otra cosa a tener en cuenta a la hora de montar un negocio de restauración es la iluminación. En general los clientes van a querer una buena iluminación, esto quiere decir, una iluminación clara y difusa, no demasiado fuerte o agresiva, sino armoniosa y agradable que permita a los clientes ver, comer o trabajar sin dañarse los ojos ni por tener demasiada luz, ni demasiado poca.
Siendo, tanto hoteles como restaurantes negocios que requieren una gran cantidad de iluminación, es importante que decidan de forma correcta la comercializadora de luz. Muchas tienen tarifas diseñadas para negocios, entre las cuales Endesa es especialmente ventajosa, puesto que ofrecen tarifas personalizadas que pueden ser atractivas para este tipo de empresas de restauración.
En cualquiera de los casos, los propietarios de este tipo de negocios se mantienen en un cambio, en una evolución y en un avance constante para asegurar la comodidad de sus clientes en todo momento, por eso siempre tienen la opción de cambiar de comercializadora de luz en caso de que haya otra que ofrezca un mejor precio o mejores condiciones si las circunstancias del hotel o del restaurante y sus necesidades cambian.